Hablo desde el cuerpo
Sebastiano Monada
Hablo desde el cuerpo.pdf
Hablo desde la cueva
donde se agita la tristeza
Como se agitan las
olas
Reclamando a las
rocas
O vientos que sacuden
a las ramas
Buscando despertarlas
de su letargo vegetal
Hablo desde los
socavones recorridos por nostalgias
Como memorias
repentinas conmoviendo a las abuelas
Lagrimeando ante
recuerdos depositados en fotografías
Desde las
estalactitas quebradas
Como lágrimas
cristalizadas de las estrellas
Al escuchar rumores
del afuera
Hablo a los humanos
Si algo queda en
ellos
De humanidad ideada
Hablo a las humanas
Sensibles cuerpos
dominados
Creadoras de la vida
Y defensoras del amor
Hablo a sus corrientes
vitales
Ramales de cuencas
bañando
Crujidos del cosmos
plegado
En el perceptivo cuerpo
Continente de
sensaciones aladas
E imaginaciones
vaporosas
Acompañada de razones
luminosas
Venas y arterias en
movimiento rumoroso
Turbulentos ríos
Deslizando
narraciones copiosas de tramas
Composiciones acuosas
Profusos afluentes
derivando
En caudal inmenso de
sentimientos
Intérpretes de
ecologías del mundo
Hablo a potencia
inhibida
En depósitos de la
carne
Almacenes prohibidos
Secretos sellados
Nombrados misterios
Creatividad temida
por las instituciones
Las máquinas
burocráticas decidieron rutas
Canalizando fuerzas
Como rebaños de
ovejas
Hacia la disciplina moduladora
Inscribiendo hábitos
en la carne
A través de ritmos
constantes
De movimientos
diseñados
Pedagogía escolar
Ortopedia espiritual
Y hacia la normalidad
masificada
Como imitación exigua
Estandarizada por el
promedio de los prejuicios
Repetidamente plantados
La creatividad y la
inventiva son encerradas
En oscuros socavones
de silencio
No pueden circular
alegres por las calles
Su magia cambia lo
que toca
Transforma las reglas
Juega al devenir constante
El leviatán no puede
permitir semejante ductilidad
Plasticidad de las
formas, contenidos y expresiones
Como magma fundente
de la materia palpada
Ocasionando dilución
Del orden del mundo
Del orden del
discurso
Del orden
institucional
Aunque deje pasar
irrupciones del chantaje
Forcejeo disimulado
en los pasillos
Del palacio de los
espejos
Y los ministerios sin
espejos
De ventanas cerradas
Puertas selladas
Y armarios atosigados
De papeles insolados
Campamentos de hongos
y oxidaciones de la corrosión
Diseminación aterida en
la arquitectura colonial
De la inmutable inercia
estatal
Terco dilatado otoño patriarcal
Circense malabarismo
de la corrupción
Prestidigitación del
lado oculto del poder
El Leviatán prohíbe y
condena
Como juez supremo de
la dominación
Que todo este
sostenido por el avatar estético
Por el romance
pasional
Entre el azar y la necesidad
¿Nos dejaremos
arrastrar por las máquinas de muerte?
¿Dejaremos que
fatalidad inscrita por mecánica nihilista
Nos arroje al abismo?
¿Seguiremos tolerando
a hombrecitos creyéndose elegidos
Para gobernar
Y decidir por los
pueblos?
Hombrecitos megalómanos
Enamorados de sí
mismos
Jinetes del
Apocalipsis
¿Dejaremos arrasar
nuestros bosques?
Como se rasura cada
quien cada mañana
Con navajas de acero
afilado
Contaminar nuestras
cuencas
Como si fuesen
cloacas de empresas mineras
Aparapitas cargadoras de cadáveres
Dejaremos depredar
territorios
Como si fueran
desechables
Envenenar las aguas
Descargando en ellas
nuestras pestilentes
Culpas
Asesinar por hambre a
millones de personas
Así como se condena a
la sequía al desviar cursos de ríos
O se sentencia a la
inundación al construir represas
Asesinar por metralla
a otros millones de personas
Así como se fumiga
los cultivos industriales
Aniquilando a poblaciones
de insectos
Si no es por armas de
destrucción masiva
Listas para lanzarse
Ojivas implacables
Dragones del
Apocalipsis
Sin importar las
consecuencias
Encontrando cualquier
causa como excusa
Todo en aras del
progreso y el desarrollo
Concretamente por el
atesoramiento estadístico
De fantasmagórica riqueza
abstracta
Contabilizada por la
administración celosa
De funcionarios de
elemental aritmética
Sumando datos
mediados e inconscientes
Para un
insignificante número de familias ocultas
En paraísos
artificiales
Acompañados por necios
políticos
Únicos creyentes de
sus insostenibles discursos
Mediocres generales funcionarios
de la guerra
Expertos en técnicas
de aniquilamiento
En estrategias
envolventes de tenazas
Donde se enrollan en
sus propias estratagemas
Quienes no encuentran
otra solución para los problemas
Que la violencia del
más fuerte
Y la muerte del enemigo
inconcreto
¿Dejaremos que el
porvenir se decida en manos de estos eunucos?
Que entregaron sus
órganos al emperador del poder simbólico
¿Dejaremos como
herencia a nuestros descendientes
La destrucción del
plantea y el mundo del Apocalipsis?
No es mejor resolver
los problemas que nuestras generaciones
Desataron abriendo la
caja de pandora
Entregándoles a
nuestros hijos
Y a los hijos que
vienen
En el porvenir
incierto
De la humanidad
utópica
Un mundo de puentes y
aperturas
De vasos comunicantes
De enredaderas
trepadoras
Y de raíces
dibujantes de rizomas
Sin estos problemas
acumulados
De los que somos
responsables
¿Queda en nosotros
algo de la humanidad proyectada?
En los renacimientos
intermitentes
En las rebeliones
humanistas
En la subversión del
arte
En el desborde
estético
En la intrépida
mirada de la física
En las topologías
matemáticas
Aunque Gilles
Lipovetsky no lo crea
¿Queda en nosotros
algo de voluntad de potencia?
Creadora de valores
nuevos
Elocuencia
maravillosa de proliferantes vidas
¿O cruzaremos los
brazos
Cerrando los ojos?
Como si así
desapareciera la fatalidad
Por arte de magia
Desconociendo el
peligro que amenaza
Como espada de
Damocles
A la humanidad entera
Ingenua hasta la
extremidad extenuada
De los confines del
mundo
Donde cuelga sus
ropas tristes
Peligro que amenaza al
planeta completo
A los tejidos
entrelazados y vibrantes
Del hospitalario
Oikos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario