miércoles, 11 de mayo de 2016

ESTAMOS HECHOS POR LOS MISMOS HILOS

dim-extra

Sebastiano Monada

Estamos hechos por los mismos hilos


enrollamientos 5











Somos tejidos
De fibras y de nervios
De corrientes sanguíneas
Y de ríos sensibles
Evaporando pensamientos
Como sueños alados

Somos
Parte de estambre del multiverso
Como punto de enlace transverso
Entre un hilo y otro hilo
Espléndido bordado embrocado
Intrincado nudo amarrando
Hebras de distintas sortijas

Un color de la carne
Muda en palabras
Y locuaz en pinturas
Otro color la luz
Sueño extasiado de avestruz
Refugiándose cansada
En plena lasitud
Aterida en los huesos
Marfil de ondas agotadas
De estrellas rotas

No somos distintos
A proliferantes galaxias
Enrolladas en nostalgias
De recuerdos añorados
Diferentes formas memorizadas

No somos diferentes
Ni a cometas que vagan
Errantes solitarios profetas
Evocación de catástrofes planetarias
Señalando futuras explosiones
O nacimiento de nuevos astros
Y novedosas constelaciones

Estamos hechos por los mismos hilos
Por notas de las mismas cuerdas
Aunque sus canciones sean distintas
Y sus melodías tornadizas

Estamos hechos por potencias
Que emergen de la nada
Convertidas en artistas inspiradas
Creadoras de estéticas cósmicas
Y de filigranas cuánticas

¿Quién nos ha hecho creer en jerarquía humana?
Producto de una evolución acumulada
Que somos hijos de la divinidad conjeturada
¿Quién ha pretendido otra hechura
Con transparentes hilos espirituales
Como textiles de fantasiosos cristales
Distintos a la materia, a la energía
A las otras composiciones sinfónicas
Y pentagramas simétricos?

Esta pretensión aristocrática
De mitológica alcurnia fantasmal
Cree darle un puesto privilegiado al hombre
Cuando en cambio lo disminuye
Al tamaño esquemático de sus prejuicios

Rebaja el maravilloso azar
Que juega con la necesidad
Al caber en esta materia
Combinación de asociaciones concertadas
De cuerdas, de partículas, de átomos
Minuciosos albañiles cosmológicos
Y moléculas ingenieras de la vida

Madera astral
Maleable y porosa
Luminosa y migrante
Oscura y residente
En intimidad meditabunda

No se aprecia el pertenecer
Invalorable gozoso placer
A esta energía dinámica
A este multiverso inconmensurable
Ser parte de sus poemarios entrañables
Escritos con vibrantes ondas viajeras
Que se enlazan entusiastas
Componen fuerzas primordiales
Que abren dimensiones abismales
O se enrollan como caracoles invisibles

Al ser parte de creación permanente
Simultánea como eterno retorno
E integrada como sincronía concomitante
Tenemos la oportunidad de comunicarnos
Con todos los seres del planeta
Del cosmos y sinfonías embriagadas
Por plurales formas siderales
Y armónicas melodías encantadas

La oportunidad de comprender
Melancolías y alegrías de mujer
Acontecimientos enigmáticos de la vida
Y la inagotable existencia variada

Es el cuerpo el que nos conecta
Como consanguíneo parentesco
Con estos tejidos trenzados
Y quizás se deshilachan alterados
Para volver a inventar tramas
Y sus texturas extrañas

Es el cuerpo el que sabe
Pues es memoria encarnada
De pasiones artesanales
Emergidas de los huesos, cristalizadas
Inventoras de la luz y la oscuridad
Paradoja del tejido espacio-temporal
Aporía creadora del vendaval
De movimientos coincidentes en integral
Caosmosis compulsiva existencial
De la materia y la energía fecundas
De la gravedad y el magnetismo fundadores
De la cohesión fuerte y débil imperiosa
De universos y mundos desatados
Como tropel de pegasos en fuga
Únicos como celosas identidades
Exponiendo su distinción perfilada
Diferentes como variedad primaveral
Del sensible pluriverso emergido
Serpenteante en distintos tejidos
Hechos con los mismos hilos

VIAJE EN EL CAMIÓN DE LA NOCHE

MUJERES ANDINAS 22

Sebastiano Monada

Viaje en el camión de la noche


Cholita 6 

La noche fría residente
Como abuela encerrada en casa
Noche glacial aposentada
Como escarcha tenue
En nuestros pómulos entumecidos
Alumbrados por melancolía luminosa
Pálida de la luna desnuda
Alojada en nuestra piel aterida
Instalada en dedos agazapados
Durante letargo agarrotado
Del viaje largo noctámbulo

El camión llevaba en carrocería
Copiosas cargas de bienes al mercado
Y humanidades contraídas a la urbe
Defendiéndose contra insondable soledad
Errática y desorientada en concavidad
De tallado gramático firmamento
Abismo seducido en infinita caída
Cuerpos apegados aprovechando el fuego
Todavía ardiente de las morfologías

El polvo acompañaba el silencio reflexivo
Como sigiloso y laborioso cultivo
Del colectivo mudo ensimismado
Circunstanciales compañeros de viaje

Ella estaba tan cerca de mi clamor
Tan caliente y dulce
Como arcoíris de cantuta
Era hogar acompañado de ponches
Compartidos en fogatas de San Juan

Tus trenzas largas como enredaderas
Trepando colosales troncos
De árboles centenarios
Como leyendas precedentes

Tus ojos pensativos buscando horadar
El espesor congelado del aire
Persiguiendo pensamientos ahondar
En transcurso ondeante
Para encontrar las vetas petrificadas
De tus proliferantes preguntas

Tu pollera clara cubriéndote las piernas tibias
Demandantes de ternura no donadas
Tus noches fueron de agobiados descansos
Después de trajines laboriosos
Testigos de raptos intrépidos
En dormida oquedad del sueño

Quise tomarte en el viaje
En la isla móvil del camión compartido
Sentir tu calor, tu sorpresa
Tus defensas demostrativas
Mientras avanzaba en invasión imprevista

Te observe esa noche fría
Me miraste tímidamente
Como adivinando mis pensamientos
Sabía no te defenderías
Más allá de las preguntas
Mientras las estrellas lanzaban sus gritos intermitentes
En las lejanas distancias del vacío sin enunciados

Mujer de la noche
Montada en armazón crepitante
Del camión errante
Cuidando diligentemente tú carga

Acompañada por viajeros rudos
En la dureza de afanes de intercambio
De los pueblos y de los mundos
Trueque de ferias anticipadas
Antes de llegada perezosa
De madrugadas amarillentas
Y candorosamente somnolientas
Como niñas recién despiertas

Mujer de poco hablar
Diestra en fiestas al danzar
De silenciosa meditación
Buscando alumbrante iluminación

Esa noche amé tu cercanía
Tus pies quietos rozando los míos
Tu manta protectora arrullándote los hombros
La espalda delgada iniciada en faenas cíclicas
Intermediarias de ámbitos comerciales

Quise abrasarte sin explicar nada
Como si nos conociéramos años
Era ternura y necesidad de cobijarse
En tu maternal calor femenino

Esos viajes en camión han desaparecido
Depuestos por remozadas flotas abrigadas
Microclimas de transporte hospitalário
Sin contacto con el frio y el viento de la noche
Ni acompañados por el polvo turbado
Levantado por el camión solitario

Nunca más estaremos cerca
Tocándonos los pies agazapados
Con ganas de acercarnos para abrigarnos juntos
Sin hablar ni decir nada

Me sentí tuyo
Ama de mi soledad viajera
Dispuesto a ahogar mis deseos
En tu boca aymara

Mujer de trenzas enredadas
Transcripción de ideogramas antiguos
Protegiendo significados perdidos
En huellas hendidas en la carne
Olvidadas, emergidas
En los tiempos ancestrales

Mujer de comunidades añoradas
Ocultas en explanada inmensa del Altiplano
En quebradas heridas de la cordillera
Descomunal de los Andes

Mujer poseída por agonía cóncava
De la noche interminable
Por incesantes recuerdos guarecidos
En tu cráneo joven e inquieto

Poseída en el instante
Por mi mirada suplicante
Sembradora erótica
Cultivadora de la quinua real
Plantada en tu piel morena

Hoy recuerdo esa noche perdurable
Viaje en bastidor del camión ermitaño
Perdido naufrago en océano desconocido
En caminos de tierra polvorientos
Horadando rocosa meditación
De montañas ondulantes
Lerda danza de caderas nevadas

Amo tu huella inscrita en mi memoria
Encontrándola en mujeres de trenzas largas
Profanos poemas dilatados bajando
En la extensión maravillosa de tu espalda
Hasta tocar tu cintura ceñida

Cuando vuelvo a hundirme en tus ojos negros
Amo a las mujeres de pollera
De pómulos salientes
Y brillantes como la luna enamorada
Mujer de habla pura
Como el agua de manantial
Voz aguda de cántico ritual
Brotando como palabra sabía
Y cristalinos saberes atávicos
Como el agua germinada en cordillera

Amo tu lenguaje nativo
Discurriendo como brisa rizda
En una atmósfera llena de recuerdos
Hablando con la acústica de los jaqi
Jilatas y qullacas en thakhi
Chacha-Warmi complementándose
En amorosa calma sosegada

Amo tu tristeza antigua
Tu alegría momentánea
Amo tu fortaleza constructora
De redes sociales incesantes
Amo tu cuerpo caliente y mineral
Fundido en volcánico magma proverbial

Corteza suave de cobre
Tallado tesoro orfebre
Vetas de estaño, de plata y de oro
Misterios insondables del subsuelo
Explorado por mineros de ojos entornados
Ceremoniosos acullicadores perseverantes
De la bondadosa hoja de coca
Inalmama de la tierra y de las aguas
De las brisas fecundadas
Y los versos solares
Vetas metálicas de venas ocultas
Alimentado cuerpo geológico del planeta
Explotado por enclaves corporativos
Destructores de secretos de la mancapacha

Mujer de corajes heredados
Desde las tenaces abuelas antiguas
Legado labrado de culturas ancestrales
Por técnicas y saberes olvidados

Mujer encanto andino
De las comunidades resistentes
No olvidaré ese romance sin palabras
En el silencio helado de la noche
Sobre carrocería crujiente
De un camión solitario
Remontando demoledora explosión fijada
Como fotografía eterna
De convulsiones de la Tierra

Amo nuestra complicidad muda
Una noche gélida
Cuando nuestros pies se tocaban insistentemente
Sin separarse para nada
Como corroborando el entendimiento
De dos cuerpos viajeros demandantes
Vulnerables ante infinita caverna del cosmos
Habitado por el desierto vacío
Del tejido invisible de materia oscura
Y la primorosa ebullición
De constelaciones lejanas

lunes, 2 de mayo de 2016

SON GITANO

Danza gitana 2



Sebastiano Monada

Son gitano


Danza gitana


Guitarra punteada al son de rumba
Rasgada al compás de ritmo árabe
Palmas de manos acompañando
Como si fuesen cascabeles humanos

Zapateo gallardo golpeando el piso
Sembrando canciones de rosas
Cadencia gitana sincronizando pasos
Sinfonía de caravanas itinerantes
Y voz vibrando tonadas embrujadas
Dilatando vocales sonoras
Como suspiros nostálgicos
Ondulándolas al gusto de emociones
Emergiendo volcánicas de los órganos
Extasiados destilando líquidos
Animando funcionamiento vivificante
Del espesor corporal divagante
Sacrificios rituales
De corazones amantes

¡Qué manera de cantar!
Entregando todo al instante
Vocalización ondeante
Como lamento rapsoda
Gitano en templada tarde
O acento contento embriagante
De cantante bohemio

Espesor musical de cuerpo iluminado
Hecho de barro cocido
A fuego lento
Arte alfarero olvidado
Vasija acústica forjada
Por delicadas manos
Inspiradas en letras cantadas
Con toda la morfología humana
Tomada por pasiones trangresoras
Impetuosas como embestida
De antílope en concurrencia

Canciones ardientes
Rebeldes en expresiones
Manifiestas como candor
De niña morena
Atrayente en su frescor

Vocales melódicas
Como aleteos rapaces
Alargados por gestos
Altivos artistas adulados
Que también danzan
Como dunas del desierto

Pasión gitana
Fogosidad nómada
Guerrera del alba
Desenvuelta en cuerpo
Convertido en poema
Somático tallado en sensualidad
Semántico inscrito en beldad
De metáforas fecundas
Exponiendo en grafías curvadas
Y aleteos de brazos mágicos
Que parecen convocar seductores
Energía de cosmos enamorado

Son gitano
Como versos pronunciados por ríos
Murmurantes como conversación
De amantes secretos
Ocultándose de miradas
Clavándose como aguijón

Melodía acida y dulce
Emanada de cuerdas
Tensadas y afinadas
Trovadoras metálicas noctámbulas
Comunidad de guitarras acompasadas
Como tribus recolectoras y de caza
Ondas atravesando el aire encantado
Corrientes de notas agitando la atmósfera
Transformada en rondas de danzas

Canción gitana
Rebelando sonidos bailarines
Como si fuesen bandas de aves
Migrantes de largos viajes
Jugando con fonemas agudos
Como violines crepusculares
Al sentido musical inmanente
De la voz fluctuante
Que las cuerdas vocales
Heredaron de la madre

Integrando recorridos culturales
Como se completan memorias orales
En gramática hendida en la piel
Sin que llegue a ser la torre de Babel
Entramado narrado en flamenco

Colmando como baños termales
Atesoradas memorias regionales
De diferentes entonaciones
En un solo acto denso
Como secretos de alquimia
Combinando cuerpo voluptuoso
Voz de arena fina
Y cuerdas inquietantes

Zapateo soberbio
Repiqueteo constante
Vibrante en golpeteos innumerables
Generando pequeños sismas
En huesos de marfil
Encendidos como un candil
Albos como lágrimas de luna
Aunque no son ningún sofisma
Escribiendo en el suelo fértil
Y en el aire húmedo
Tramas de amor y de muerte

Cuando
Las navajas de Albacete
Bellas de sangre contraria
Relucen como los peces
Inolvidable romancero gitano
Cantado por Federico García Lorca
Las venas se convierten en cuerdas
Y los cuerpos de los muertos
En guitarras de madera

Toreros de intensas plazas
De arenas ensangrentadas
Matadores de toros negros
Simbolizando tejidos del destino
Escondido en los astros
Toros brunos y temidos
Interpelando activamente al azar
Y exigentemente a la necesidad
Buscando deshacer situaciones
Enraizadas como eucaliptos sedentarios
Y corolarios de floración resultante
Calificados como desgracias
Por heredada fatalidad
Para que potencia de la vida
Desborde su arte emancipado

Romanticismo efusivo
Como fogata hospitalaria
Heroica rebeldía armoniosa
Como invención estética
Desafiando a los dioses
Ellos no son nada
Sin los gitanos

Las gitanas saben
Lo que puede el cuerpo
Por eso lo hacen hablar
Con movimientos corpóreos
Por eso lo hacen cantar
Con gestos melodiosos
Por eso descubren
Poesía de la carne
Vital y exaltada

Canciones jactanciosas
Como adolecentes audaces
Y rítmico zapateo vanidoso
Como trote suave de caballos
Resaltando tramas fugitivas
Escapando a capturas y redadas
De instituciones patriarcales

Congoja gitana
Gemido serpenteante
Mutando en alegre goce
Algarabía ascendiente
Queja inmensa
Reclamo sin resentimiento
Removiendo estratos del cielo
Sedimentos virtuales
En bóveda vaporosa
Convertida en donación
De ancestral arte nómada
Que no espera devolución
En romances de caravanas
Abandonando el desierto
Rumbo a los bosques frondosos
Agitando sus ramas
Como palmas de bienvenida

Gitanos
Poetas innatos
Cantan versos de toda clase
Con la voz galopante
Con el cuerpo insinuante
Con las cuerdas compositoras
De guitarras trovadoras