martes, 18 de octubre de 2016

Humanos demasiado humanos

Humanos demasiado humanos


Sebastiano Monada


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Humanos demasiado humanos
Muy cerca de bordes del mundo
Como roces imperceptibles de pieles
Conmovidas
Y de perfiles de ellos mismos
Como bocetos inconclusos de pintura
Renacentista
Muy lejos de los espesores del mundo
Tejidos de ancestrales capas hondas
Muy lejos de conmovedoras interioridades
Constelaciones de sensaciones
Proliferantes

Olvidaron de dónde vienen
No saben a dónde van
Perdidos en el laberinto
De metrópolis deslumbrantes
O en la encrucijada
De antinomias irresolubles    
Se refugian en caparazones
De neblina intermitente
Como cuando la Virgen le dice a Vicente Huidobro
Mis miradas son un alambre en el horizonte
Para el descanso de las Golondrinas
Donde ocultan sus temores
Como escondiendo tapados
En casas solariegas
Tampoco pueden ver más allá
De las nubes frías
Y difusas

No recuerdan son parientes
De animales y plantas
La memoria sensible inaugural
Filogenéticamente los empalma
No sienten la fecunda placenta
Habitada de palpitaciones titilantes
Como estrellas de la noche
Pulsaciones territoriales del planeta

Tampoco se reconocen entre ellos
Como si viniesen de universos distintos
Creen en una enemistad originaria
Separándolos desde siempre
Y enfrentándolos invariablemente
Se asesinan como Caín a Abel
Crímenes de sangre generalizados
En sociedades desgarradas
Y de consciencia culpable

Se temen
Como desconocidos monstruos
Y se odian
Como conocidos semejantes
Uno para el otro es el demonio
Al que hay que aniquilar

También hay los y las que aman
Danzan, cantan y juegan
Redimiendo potencia creadora
Como liberando pájaros de las jaulas
Quieren acabar guerra permanente
Como condena inmutable
Conflagración sin Sur ni Norte
Ni Este ni Oeste
Se han roto los ejes cardinales
Hechos trizas como espejos quebrados
En accidente augurado

Sin orientación el mundo rueda sin destino
Ni porvenir esperado
No encuentran sentido
A esta compulsión de muerte
Juego de ruleta rusa
En el eterno invierno
De la civilización moderna
Fatalidad inherente en volumen diseminado
De la frugal cultura-mundo
En esta catarsis consumista
Gula suicida
Como hambre insatisfecha
En estas ceremonias bizantinas
De las representaciones heridas
De muerte
Como signos sociales
De clasificaciones
Botánica seca de jerarquías
Inventadas

Convirtiendo diligencias humanas
En actuaciones orientadas
A los demás espectadores
Atentos y consumados
Escondidos como coro griego
En la oscuridad espesa
Del teatro de la crueldad
Voladores mensajes simbólicos
Para impresionar al público
De élite de elegantes trajes
Como en desfiles militares
O en pasarelas alumbradas
Por ojos ávidos
De sueños incumplidos
Y ser reconocidos
Como notables

No son muchos, cambian el mundo
Cuando pueden
Como ciclos mutantes
Metamorfosis de órbitas saltonas
Transmiten mensajes afectivos
E iluministas
Enciclopedistas atareados
O adolescentes buscando señales
Y marcas en los jardines
Como arrancando pétalos de flores
Primaverales
Arrojándolas al viento insomne

Son críticas y alegres
Herederas de reflexiones intempestivas
Cuando hablan se entregan  
De cuerpo entero
A concavidades de las palabras
Cuevas mágicas
Donde se guardan memorias
Enmohecidas
Dejando estos carruajes sonoros
Transporten sus corazones
Soñadores
Y sus órganos intensos
Como mariposas de colores

Son pocos pero son
Demuelen prejuicios
Con martillos nietzscheanos
Desmienten verdades
Mostrando hechos incontestables
Diluyen mitos
Con percepciones corporales
Existencias indomables
Destruyen doctrinas
Y sustanciales creencias
Con minuciosidad estética

No siempre son escuchados
Como si fueran mudos
Ni atendidas
Como si fueran fantasmas
Menos entendidos
Como si fueran locos
Las más de las veces son arrinconadas
Proscritas a las sombras
De la penumbra de los márgenes
Exilados
Señalados como conjurados
O como despistadas
Ignorándolos
Desterradas en su propia tierra

No saben los juzgadores y gobernantes
La tierra no es cartografía de sus dominios
Castillos de naipes españoles
Y prados franceses artificiales
No es teatro espectacular de alegorías
Gravadas en hojas con sello
Donde sus discursos redundantes
Y desgastados
Navegan a la deriva
No es granero de egos inflamados
Como zepelines globalizados
Tampoco son las miserables pugnas
Entre enemigos cómplices
De lo mismo
Concurrencia por dominación
Deseada
Por el trono del simulacro simbólico
De gubernamentalidad romana
Mucho menos el país imaginado
Que gobiernan
Al que donan sus esfuerzos
Y sacrificios
Según versiones oficiales
Y vernaculares

La nación genuina está en otra parte
Como novela de Milan Kundera  
En la sociedad alterativa
Siguiendo los propios cursos del agua
Y de los climas
En los flujos de fuga interminable
Como caballo arrojado al vértigo
De Altazor
Ángel caído sin alas
Llevando el paracaídas
Dando sombra refrescante a planetas
En bullentes manifestaciones cotidianas
E inventivos desvíos imperceptibles
En los espesores locales
Conectados por tejidos culturales
Con el mundo efectivo

Los juegos de dominación proliferan
En palacios de lujo
O en quintas de mala muerte   
Mallas amarrando instituciones
Como telarañas invisibles
Hacen de pequeños gobiernos
En celosos espacios estriados
De la avejentada sociedad civil

En todas partes se juega al poder
A las jerarquías de mármol
Al prestigio formal
A la emulación del saber
Y la ciencia
Mimesis de carnaval
Creyendo en la repetición
Se encuentra el secreto
De la celebridad
Y en apología clave de la continuidad
De lo cosechado hasta ahora
Por diletante humanidad

Se entiende el círculo vicioso
De encumbrada autoridad
El chirriante Estado criticado
Por intelectuales meticulosos
Como relojeros suizos
Es reforzado con sus intervenciones críticas
Al convertir el iluminismo en antorcha apagada
Consideran la luz como imitación
De antiguos héroes de epopeya
Disfrazándose de consagrados rebeldes
De manoseados panfletos

Cuando el Estado es cuestionado
Lo defienden como evidente realidad
O necesaria fatalidad
Que no se puede soslayar
Cuando algún gobierno progresista
Se parece a gobiernos conservadores
Analogías perversas de la proximidad
Pululante   
Argumentan es por conspiración
La serpiente de múltiples cabezas
Que no deja gobernar

Humanos demasiado humanos
Hijos de la divinidad imaginada
Creados para gobernar
Y a la naturaleza dominar
En la Tierra enseñorear
Escarbando en sus entrañas
Despojando subsuelos entumecidos
Despertados por perforaciones técnicas
Implacables
De rizomáticas vetas minerales
Y de yacimientos fósiles licuados
Como caldo de saurios desaparecidos
Devastando maravillosos bosques
Entrelazados
Como si se limpiara el huerto
De tercas yerbas
Usando maderas muertas
Destroncadas
Materia prima para atizar
Ilimitadamente industrializar
Y enfermizamente comercializar
En procesos acumulativos
Numerarios
Que solo la contabilidad capitalista observa
Madera usada en andamios de urbes
Atosigadas
Ampliando fronteras agrícolas
Espacios arados sin árboles
Plantando alimentos transgénicos

Árboles  continentes de energía solar
Como hospitalidades troncales
Acumulada en ciclos largos
Convertida en mercancía rutinaria
Consumida en el momento provisional
De goce banal
Despreciando el valor cualitativo
De la vida

Hombre depredador veterano
Viejo lobo de mar apagado
No sabes estas destruyendo tu hogar
Te quedaras sin bosques ni agua
Te quedaras solo
En tus páramos yermos
Y campos contaminados
Te quedaras con tu orgullo
Inflamado
Con tus ilusiones de progreso
Con tu evolución de pacotilla
Los unos creyéndose paladines de la libertad
Los otros creyéndose adalides de la justicia
Ambos atornillados a los sillones del poder
Aposentados en los tronos
Del desagüe   
Ambos funcionarios de Estado
Senil burocracia milenaria
Ambos dicen el fin justifican los medios
Falsos discípulos de Nicolás Maquiavelo
A nombre de la libertad o la justicia
Comenten crímenes

Hombre pretendiendo ser superior
A animales y plantas
Así llama a sus parientes vitales
Vienen del mismo genoma inaugural
No hablamos de la mujer
Reducida a la costilla de Adán
A una parte del hombre
Y a su servicio
Hablamos del macho dominante
Ha convertido la decantada fraternidad
En una constante pugna
Por sobresalir
A costa de los demás
Hablamos de aquél prestigiador
De naipes helados
Ha reducido el coraje
A constante agresión
Cuando se esconde
En sus máscaras de mármol
Ocultando sus miedos y pavores
Como murciélagos ocultos
En las grutas insondables
Dando vueltas
Alrededor de sí mismo
Como wayronco

Humanos demasiado humanos
Sin alcanzar al ideal
De la humanidad misma
Quedándose a mitad del camino
Vislumbrando desde donde están
El horizonte no alcanzado
Sustituido por ficticio trazado
Como línea imaginaria
De la geografía espectral  
De lo no alcanzado
Como si fuera finalidad lograda
El haber intentado
Sin esfuerzo ni gasto heroico
Renunciando a sí mismo
Sustituido por apariencia humana
Mueca grotesca de arquetipo utópico 
Antifaz carnavalesco


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